martes, 22 de febrero de 2011

Pequeño trip




Era alto, delgado y de pelo corto, paseaba por los acantilados de la costa, esos que dan hacia el cabo, había tomado distancia de todo lo que conocía, decidió desaparecer, la altura lo tentó por un instante, pero no fue el tiempo suficiente, había mucho por recorrer y ya había llegado bastante lejos, no contaba con que sus pensamientos no reconocían la distancia, miraba el mar, azul, verde, blanco, celeste, las nubes y sus sombras sobre el agua eran como una pintura que disparaba su cabeza hacia otros lados. En este momento era diminuto, sentía que nadie lo podría encontrar y eso lo reconfortó. Pasaron las horas, no llevaba nada, pero en la mochila tenía un termo y el mate, dejó de sentirse sólo, empezó a cebar y sonreía. Ahí noto que le estaba ocurriendo seguido, estaba bien, ahí encendió un cigarrillo. Atardecía y el ruido de las olas lo adormecía, pensó en quedarse pero no, se paro, guardo sus cosas y encaró para la ruta. Acompañado con sus pensamientos miro las aves en bandada formando una v lo hicieron pensar que en esta vida somos turistas, que estamos solo de paso, se le ocurrió que ya no cree en el futuro y se sintió acobijado por la noche, perdió su estrella y encontró millones más.

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