viernes, 26 de agosto de 2011

Por la ventana


Estoy arriba, miro todo lo que me permiten mis ojos y la cabeza ve un poco más allá, las escenas son miles, hablan, se pelean, no hacen nada, corren, algunos ríen, las copas de los arboles me permiten ver el boulevard, los bancos vacíos gracias al frío de este invierno, las ramas desnudas me dejan observar aun más, la casa es grande y hay algo que no me permite dormir, no puedo, así que sigo observando, la luz entra hasta el diván y pega en mis pies descalzos, se ilumina un líquido rojo que hay sobre el parquet, parpadeo un poco, me acerco al haz de luz del sol y este calienta tibiamente mi mejilla derecha, sonrío y me dejo llevar por el dolor de la herida, creo que ya es hora de dormir, espero soñar que no siento más los gritos de mi pecho, todo se torna oscuro, ya en ese momento estoy caminando sin rumbo, ahora estoy seguro, estoy soñando al fin.



Leandro A.







lunes, 6 de junio de 2011

soñe


La luz me encandila y no puedo dejar de ver hacia adelante,
no puedo parar de buscar,

no quiero perderte, 
yo ya me perdí y este frió no me ayuda,
no tengo muy claro el camino,

sé que todo no esta tan mal,
pero eso lo sé solo yo,

así que sigo, 
me queres llevar con vos,

veo tu mano extendida y me imagino tu sonrisa,

de inmediato recuerdo que esa sonrisa no es buena,

retrocedo aterrado y me despierto transpirado,
quisiste llevarme en sueños.

domingo, 20 de marzo de 2011

Desde arriba



Si esto sigue así, voy a colapsar, voy cruzando el cielo sin pastillas, veo los carteles que me venden felicidad y las luces de los barcos, se que puedo llegar más lejos, me da miedo, pienso que es normal. Me acuerdo cuando llorábamos, reíamos, bailábamos, me acuerdo de eso y mucho más. No quise abrir las cartas, y ahora entiendo porque guardabas aquellas, mientras las voces de mi cabeza piden más, el corazón manda y el mío dejó de latir hace un rato. Toco la copa de un árbol, una distracción, veo una silueta, reconozco mi pulso, me desconcentra, la sensación de volar se va, mi razón gana terreno y no quiero, hay que reconocer que casi siempre vence, eso es lo que más me molesta, pero de vez en cuando hay momentos como estos que favorecen a el alma y regocijan al espíritu por un pequeño instante.
Me levanto, caliento un poco de agua, bebo un café y arranco muy atento a ver si te vuelvo a sentir, me río solo, y observo lo que me rodea, yo se donde va esa pequeña gente, con sus pequeñas vidas, sus pequeños sueños, por suerte yo solo estoy de paso, me quisieron atrapar, escapé de milagro, muy mal herido, pero las heridas sanan, dejan alguna cicatriz para que no olvidemos pero ya no duelen, molestan un poco algún que otro día gris, para eso están, para que recordemos.
Ya estoy en mi jardín, me recuesto y se que zafé otra vez, ahora volveré a despegar.

martes, 22 de febrero de 2011

Pequeño trip




Era alto, delgado y de pelo corto, paseaba por los acantilados de la costa, esos que dan hacia el cabo, había tomado distancia de todo lo que conocía, decidió desaparecer, la altura lo tentó por un instante, pero no fue el tiempo suficiente, había mucho por recorrer y ya había llegado bastante lejos, no contaba con que sus pensamientos no reconocían la distancia, miraba el mar, azul, verde, blanco, celeste, las nubes y sus sombras sobre el agua eran como una pintura que disparaba su cabeza hacia otros lados. En este momento era diminuto, sentía que nadie lo podría encontrar y eso lo reconfortó. Pasaron las horas, no llevaba nada, pero en la mochila tenía un termo y el mate, dejó de sentirse sólo, empezó a cebar y sonreía. Ahí noto que le estaba ocurriendo seguido, estaba bien, ahí encendió un cigarrillo. Atardecía y el ruido de las olas lo adormecía, pensó en quedarse pero no, se paro, guardo sus cosas y encaró para la ruta. Acompañado con sus pensamientos miro las aves en bandada formando una v lo hicieron pensar que en esta vida somos turistas, que estamos solo de paso, se le ocurrió que ya no cree en el futuro y se sintió acobijado por la noche, perdió su estrella y encontró millones más.

domingo, 20 de febrero de 2011

Va de nuevo!




Intentaba fugar su cabeza, entiendo que así lo hizo su raza. Hoy está vivo y quiere compartirlo.
Ahora un poco más sabio, un producto hecho de “tiempo y experiencia”. ¡Obvio!
Ya no hay más dolor y se mantiene en movimiento.
Encontró un lugar nuevo, un gesto nuevo, una mirada nueva.
No deja de caminar, quiere encontrar más vida.
Todo está ahí, pero afuera, a través del aire.
Sigue su camino, no obedece los  “PARE", sigue.
Y brilla, y brilla. Y brilla. Todos notan que brilla.
Ya no es, el tipo que parecía ser…
Y no espera los domingos.
Y entonces sale el sol,
 y ahí sale él.